He
seguido los pasos de la luna. La he perseguido por los bosques más oscuros,
entre el follaje más espeso. He lanzado mis gritos al viento para que bajara a
esta tierra, para que no se contentase con ver sus ojos reflejados en los
espejos del mundo. Y he visto agotarse mi aliento y a mis palabras extinguirse
entre las estrellas.
He
dado tres pasos kilométricos entre jardines de roca; dos más entre páramos
helados; y otros dos entre la niebla. Tras de mí he dejado sólo las huellas de
mis zapatos. Y todo por buscar a la luna…
Todo por buscarla a ella.
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