lunes, 13 de febrero de 2012

Crónica de un concierto

11 de febrero. 17:10h. Llego a Goya para reunirme con mi amiga Irene. Vamos a hacer cola frente al Palacio de los Deportes para el concierto de Estopa. Sorprendentemente no hay tanta gente como esperaba. Con una bolsa de patatas, un par de sandwiches y una botella de agua de 1’5L, nos ponemos detrás de una chica y nos sentamos a hacer tiempo. Frío, mucho frío. Nos volvemos a levantar al rato: se está mejor de pie que en el suelo.
El frío es insoportable, no se sienten los pies. La gente alrededor empieza a cantar según se aproxima la hora a la que abrirán las puertas, a las ocho. Conversar parece que hace olvidar mínimamente que el cuerpo se está quedando insensible (¡Vaya! Me he dejado los guantes que mejor abrigan en casa… Y quizás debería haber traído las botas forradas por dentro en vez de las zapatillas… pero, ¿a un concierto?). Tres horas esperando a que abran las puertas…
Llegan las ocho, abren las puertas y todo el mundo estalla en un grito de emoción. Ya falta menos para el concierto (aunque todavía queden dos horas). Avanzamos en la fila y nos aproximamos a una de las puertas. El revisor de los tickets que nos toca está estropeado y nuestra cola está parada mientras que en otras la gente pasa y pasa (¡Maldita sea! ¡Nos tenía que tocar a nosotras!). Al fin pasamos, no sin sentir un poco de irritación, y echamos a correr escaleras abajo hacia la pista. Y a hacer tiempo otra vez.
El Palacio de los Deportes se va llenando cada vez más por la pista y por las gradas. La gente a nuestro alrededor juega a las cartas o charla. Nosotras hemos olvidado las cartas (ni había caído en ese detalle…). Hacemos tiempo escuchando música en mi móvil (que va cuando quiere) y viendo fotos.
Faltan unos diez minutos para las diez y la gente se pone en pie. Nosotras también. Todos se echan cada vez más para adelante y se empiezan a apelotonar (odio esos momentos de agobio general). Pero los Estopa no aparecen hasta las 22:10h, cuando la melodía de Mañanitas inunda el lugar. Y todos a cantar.
Locura generalizada a partir de ahí. Gran concierto de los hermanos Muñoz, que nos deleitan con un gran repertorio de canciones, desde su primer disco hasta el último. Irene y yo estamos eufóricas. Todas las canciones que habíamos dicho que queríamos escuchar, las tocan. Las famosas Cacho a cacho, La raja de tu falda o Tu calorro son sólo algunas de las más antiguas que nos ofrecen, aparte de otras tantas del primer disco; ¡incluso tocan Exiliado en el lavabo, lo cual no me lo habría esperado por nada del mundo! Añade David cuando terminan esta canción que se siente orgulloso de que algunos le hayan dicho que han dejado su adicción por la cocaína gracias a esa canción. ¡Qué grandes son los Estopa! Del segundo disco tocan Vino tinto, Mi primera cana (que según ellos no tocaban en directo desde el concierto de Las Ventas en 2001, si no me equivoco), Demonios… Del tercer disco no podía faltar Fuente de energía. De ése tocan también Fin de semana y Ya no me acuerdo, aunque me he quedado sin oír Tragicomedia… Del cuarto disco, tocan mi querido tema de Lunes y también Paseo. Y del último disco, el que da nombre a la gira, prácticamente todos los temas. Además, contamos con la presencia de India Martínez, con la que tocan Naturaleza. Estopa cierra con Como Camarón. Gran canción para cerrar un gran concierto.
Nos vamos del Palacio de los Deportes con muy buen sabor de boca. A pesar del frío que hemos pasado, la espera ha merecido la pena y mucho. Mi yo de 13-14 años por fin ha cumplido ese deseo de ver a Estopa en concierto. Ahora siento que la niña que llevo dentro y yo somos un poco más felices.


1 comentario:

  1. Que envídia!! cuanto me gustaría haber estado en ese concierto.

    Un "trolodita"

    ResponderEliminar