miércoles, 12 de marzo de 2014

El jardín

¿Cómo amar a la rosa sin tener que lidiar con las espinas?

Grande la tentación, dulce la cercanía, doloroso el tacto. Regusto amargo del que besa a la belleza y se corta los labios.
¿Cómo adentrarse en el jardín sabiendo ya que no es posible salir sin heridas? ¿Cómo amar a la rosa sin recibir la caricia de los espinos?


En el jardín del olvido los recuerdos callan y la razón duerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario